Postal #4: Mañana sin excusas

El sol pronto a despegar motiva mil metáforas. Son todas iguales. Alguna luz prendida en alguna ventana, las demás duermen. Los pájaros son los capos del momento. Atmósfera naranjita de píos y 15 grados. Llega la traffic que pasa a buscarlo para ir al trabajo. Alguien, desde la penumbra, profiere "Garcaaa" a modo de saludo, el resto duerme; el vehículo se pone en marcha.
Conductores de radio con sueño leen las tapas de lo periódicos y hasta ensayan algún análisis. Es de lo que se hablará durante todo el día, es lo que repetirán a la noche por la TV.
Semáforos en amarillo intermitente, colectivos vacíos, obreros en la caja de una camioneta dodge, diarieros en bici, limados que vuelven, taxis con historias y patrulleros sospechosos.
La madrugada es un sitio de hombres, principalmente.
Un gordo de cincuenta años y piel lechosa toma un Actimel en la parada del colectivo. Campera de jean, mechones teñidos de rubio y zapatos de seguridad. Pensar en si es martes o miércoles, le es tan complejo como resolver una ecuación de segundo grado. Asume la situación y decide acotar las actividades de su cerebro: esperar y tragar el yogurt.
Cuatro pibes saltan de una F100, corren hasta el paredón, se dividen en parejas; dos estiran el afiche, sus compañeros ensalzan los rodillos en un balde de pegamento, lo untan contra la pared, y los primeros extienden la preocupada cara del contador Moralez por darle “Seriedad al Concejo”. Trepan la camioneta y esta se aleja a toda velocidad.
En el Parque de la Independencia, un trava burdo y pasado baila en corpiño al tiempo que tira besos a los autos que pasan. Imagina que son bichitos de la luz. Justo detrás de él, el hipódromo. Dos jockeys delineados sobre caballos de ébano se ponen a punto para el domingo. Otro travesti, vestido de jardinero, cruza la calle salticando y se esconde entre los arbustos para darse un saque. Imaginar una relación entre los Jockey y los travas, da escalofríos.
El fluir del tránsito es parejo, velocidad onda verde, cada zombie en su carril, intentando planificar obligaciones, recordando que volvió a olvidarse lo mismo que había olvidado ayer.
En algunas esquinas venden pan de chicharrón, tortas asadas y familiares de milanesa que seducen a los operarios por la obscenidad de su tamaño.
La avenida deviene en ruta. Casas de chapa empujando la banquina, aguantando de un lado el creciente “núcleo urbano” y abriendo la puerta del otro para recibir trenes que vienen hasta el culo de gente del Chaco en busca de una oportunidad. Camiones provenientes de Japón, luces que no andan, y patrulleros sospechosos otra vez. Motitos en cuotas, taxi del que se quedó dormido. Más camiones, más motitos.
La traffic estaciona en la puerta de la fábrica. Bajan, algunos estirando los brazos, otros dándose piñas amistosas, otros prendiéndose un pucho. Del otro lado del portón, el turno noche se amontona impaciente alrededor del reloj esperando que corra el último minuto y pueda marcar la salida. Él se apura por marcar el ingreso antes de que ese minuto corra. El minuto equilibra varios presentismos.
Entra. En el vestuario, se pone el uniforme y le hace un chiste acerca de la hermana al Flaco Rojas que se está retirando. Le apena dejar la mañana en manos de gente que no tiene nada que hacer con ella -sólo trámites o dormir-. Se resigna. Guarda las cosas en el casillero. Encamina la marcha rumbo a la máquina. Comienza a trabajar.

6 comentarios:

Mariano Montenegro dijo...

Hermoso paisaje. Felicidades, ha logrado usted que lo vea todo. "Le apena dejar la mañana en manos de gente que no tiene nada que hacer con ella", maravilloso! Abrazo.

intelectualmenteinquieta dijo...

Q relato más preciso y justo para la imaginación!!! Ser testigo de la ciudad a esas horas q sólo le pertenece a unos pocos es muy lindo, uno se siente dueño de las calles, agregaría los aromas...
Llegué por el sr q escribe arriba, agradezcale.
Bs.Vs. M.P.M.

Anónimo dijo...

Grande Don Potato!

Los travas son los únicos despiertos en ese ejército de zombies en el cual me incluyo. Créame.

Siga así.
el Pibe

Anónimo dijo...

Me encantó, primo... le pondría the shrew de beirut para acompañar la lectura. Un abrazo... (me olvidé la contraseña de mi cuenta blogger, jejeje...)

Nicolás Uribe dijo...

Uy, me colgué en contestar... vamos de atras para adelante, como corresponde:
Uuuaaaghhh!!! Que temazo, no lo conocía! Yo también le había pensado Dirty Blvd, cuya letra es infinitamente mejor que esto (que puede ser un poco plagio de aquello).
Pibe, usted de zombie no tiene nada; no se haga el bolú que es de los que brillan hasta abajo del agua!
Muchas gracias intelectualmenteinquieta por pasar, puede volver las veces que quiera!
Montenegro, lo suyo es generosísimo.
Gracias.

Nicolás Uribe dijo...

Jaj!.. Nadie se dio cuenta de que en el 1er párrafo el tipo esperaba una "traffic", y en el penúltimo se bajó de un "auto".
Bueno, ahora se joden, yo me di cuenta pri y ya está corregido.