Postal #3: Mañana con excusas

Mi primer impulso al despertar fue tomar un zapato y preguntarme por la naturaleza misma del objeto tras analizarlo durante 40 segundos. Buscaba determinar cuales eran las extrañas fuerzas que lo llevaban a ser de ese modo y no de otro. Interpreté la conclusión de que se debía a la forma del pie, como una confirmación de que estaba completamente despierto y lúcido; hábil para desenvolverme de manera cívica por los minutos de la vida. Pero cuando me miré el pie y me pregunté por la naturaleza del mismo y las extrañas fuerzas que lo llevaban a ser de aquel modo y no de otro, se me complicó un poco más y me dije que iba a llegar tarde. No era una excusa, era cierto.

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