Medias marrones

Soñó que sufría un accidente y se levantó sobresaltado. Víctima de la sugestión y recordando un consejo de su abuela, se puso un conjunto de ropa interior en excelente estado "por si le pasaba algo en la calle".
Durante el día, realizó con cautela cada uno de sus movimientos: fue al trabajo un rato antes por las dudas, en el supermercado compró sólo necesario y evitó ir a visitar a un amigo.
Al llegar a su casa, estaba agotado de cargar con tanta tensión; de tanta expectativa por la indeseable tragedia. Se dio un baño de agua caliente, buscó una comedia liviana en la tele, preparó algo para cenar. Creyó que el día terminaba, que había tenido suerte. Sin embargo, tuvo la pésima idea de buscar en el placard la ropa que vestiría al día siguiente. Silbaba "Cuando los santos vienen marchando" al momento de abrir el cajón. Enmudeció. Sus pupilas se dilataron. En el centro de la escena, impávidas, como disimulando, sólo había un par de medias: las marrones... las de los agujeritos.

1 comentario:

Unknown dijo...

Jejeje...jajajaja...